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Como Antecedentes CEIVA, asumimos todos aquellos detalles que tienen que ver con su origen e historia. Así como todo niño que atendemos tiene su madre y padre, CEIVA también los tiene (Creadores y fundadores). Así como cada niño que habita nuestros salones tiene una historia de desarrollo compartida con nosotros, queremos compartir contigo algunos detalles de nuestra historia, nuestro desarrollo y crecimiento institucional, desde nuestro origen hasta lo básico de nuestra identidad, cumpliendo un ciclo de vida, como cualquier personita, pero en lo institucional: Tuvimos sueños, enfrentamos retos y hemos estado trabajando en conseguirlos, año tras año, avanzando.
Al igual que cada niño, cada semilla plantada es una promesa de futuro, y todo lo que tenemos en el presente tuvo su pasado. Para que los frutos sean cosechados, se debió sembrar y atender el huerto. CEIVA es un huerto de personitas, un espacio protegido para la infancia, donde los niños son cuidados y atendidos para que crezcan no solo mirando al sol sino también a las estrellas. Tal como cada niño y planta vienen de un linaje y con una herencia, las instituciones tienen raíces, afianzadas en la visión de sus creadores, quienes decidieron cultivar un espacio protegido para la infancia, donde se estimule su desarrollo integral.
Así como cada niño tiene su cadena de ADN y sus vivencias que configuran su personalidad, nuestra institución tiene su propia cadena de bases e historias, que al igual que la institución familiar, se sustenta en amor, valores y tradiciones. Así como cada niño trae consigo el ADN de sus progenitores, la institución también tiene su ADN institucional, basado en los sueños y valores de sus fundadores, quienes trazaron su visión para una educación inicial enriquecedora y de alta calidad. En CEIVA todas estas generaciones se conectan, así como las historias se cruzan y entretejen, para escribir nuevas historias cada día, acompañadas de relatos infantiles llenos de diversión e imaginación. Cada niño al llegar a la institución trae consigo algunas páginas escritas y otras vacías, para poder escribir nuevas aventuras y su propio capítulo de vida; CEIVA a su vez, tiene sus capítulos fundacionales y una historia que contar, que va creciendo como los niños, cada año escolar.